Los juegos autóctonos han formado parte de las tradiciones y culturas de distintas regiones geográficas desde tiempos ancestrales. A lo largo y ancho de México y España, podemos encontrar juegos vernáculos que son transmitidos de generación en generación, fortaleciendo los lazos culturales y la memoria histórica de los pueblos.
¿Qué hace a un juego autóctono?
Estos juegos, originarios del lugar donde se juegan, suelen ser practicados en épocas específicas del año, aprovechando eventos sociales o festividades. En algunos casos, como los juegos infantiles, se encuentran profundamente arraigados en un pueblo o barrio, transmitiendo valores conservadores como el respeto a las normas y costumbres, así como a los mayores.
Aportaciones educativas y didácticas
Los juegos populares y autóctonos ofrecen una serie de valores educativos y didácticos importantes: el intercambio social y cultural con otras comunidades, la cooperación, participación, aceptación y colaboración con los demás, y el desarrollo de habilidades físicas y motrices, por mencionar algunos.
Ejemplos de juegos autóctonos por el mundo
- La mosca: consiste en pasar por un pasillo hecho por los demás participantes y evitar que lo toquen sin ser detectado.
- El trompo, las canicas, el tejo, stop, el lazo, el gurrufío, el palo encebado, el brinca burro, el yoyo y la perinola: propios de diversas regiones de América Latina.
- La pelota purépecha, ulama, kimbomba y el juego de pelota mesoamericano: originarios de México.
Juguetes de antaño
Normalmente, estos juegos son realizados con elementos propios de la naturaleza y se juegan con juguetes u objetos fácilmente disponibles en el lugar. Un ejemplo de esto es el gurrufío, un juguete tradicional venezolano compuesto por una tapa de botella de gaseosa aplanada y ensartada a través de dos orificios en un pabilo o cuerda.
Conservación del patrimonio cultural
La importancia de estos juegos autóctonos radica en su contribución al rescate de la identidad y los valores culturales propios, al mantener vivas las tradiciones y prácticas recreativas de las comunidades. Algunos de estos juegos se realizan con el cuerpo y con elementos disponibles en la naturaleza, mientras que otros requieren objetos específicos para su ejecución. También hay juegos que se juegan solo con el cuerpo y la mente, como es el caso de piedra, papel o tijera, o el juego de pares o nones.
Un patrimonio compartido
Los juegos autóctonos hacen parte del patrimonio cultural de una nación o región y desempeñan un papel crucial en el desarrollo de las comunidades, la preservación cultural y el fomento de la cooperación. Cada pueblo tiene sus propios juegos autóctonos, que muchas veces se comparten en diferentes regiones con ligeras variaciones. Estos juegos pueden ser individuales o grupales y, en última instancia, representan un medio para la integración entre los miembros de una comunidad.
La Federación Mexicana de Juegos y Deportes Autóctonos y Tradicionales
En México, la Federación Mexicana de Juegos y Deportes Autóctonos y Tradicionales A.C. se creó en 1988 y se formalizó en 1997 con el objetivo de salvaguardar y reconocer las diversas formas de expresión lúdica de los pueblos originarios del país. La iniciativa fue impulsada por líderes deportivos, indígenas, sociedad civil e instituciones gubernamentales. Desde entonces, la Federación ha trabajado incansablemente en la promoción, salvaguarda y difusión de estos juegos y deportes en México.
En última instancia, los juegos autóctonos reflejan no solo nuestro pasado, sino también una rica herencia cultural que merece ser protegida y compartida en generaciones futuras. La riqueza de una cultura radica en su diversidad y en su capacidad para mantener vivas las detalles que la hacen única.
